Aconsa, como resultado de nuestro enfoque a la mejora continua, ha complementado su capacidad analítica poniendo en marcha un nuevo departamento de Biología Molecular. En él se llevan a cabo actividades de I+D y se ponen a punto nuevos ensayos rápidos con el ánimo de minimizar el tiempo de respuesta analítica.
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En Aconsa utilizamos los ensayos de PCR para amplificar y analizar secuencias de ADN específicas que nos permiten detectar con gran fiabilidad y rapidez microorganismos patógenos (Salmonella, Listeria, Legionella, E. coli, Staphylococcus aureus, Campylobacter).
Los microorganismos transmitidos por alimentos o por el agua cambian constantemente, adaptándose a diferentes formas de estrés, por lo que los laboratorios como Aconsa incorporamos métodos moleculares de gran aplicabilidad a futuro que ayudan en la detección de patógenos.
Esta técnica encuentra la huella disntintiva de ADN que dejan los patógenos como Salmonella, Listeria o E.coli, entre otros, para identificar la cepa bacteriana responsable de los brotes de enfermedades de transmisión alimentaria de forma fiable, eficiente y capaz de determinar específicamente su ubicación de ayudar a identificar la fuente de un brote o los casos relacionados, a un coste asequible.
Gracias a la proteómica, que comprende diferentes técnicas de análisis sofisticadas más allá del ADN, se pueden identificar y cuantificar péptidos y proteínas para autenticar especies, adulteraciones y trazabilidad en alimentos, identificar microorganismos y marcadores de deterioro, como Listeria o Samonella, entre muchos otros y detectar proteínas causantes de alergias.
Las técnicas de biología molecular de nuestros profesionales y la tecnología de nuestro laboratorio nos permiten llevar a cabo el laborioso proceso de detección de concentración de células viables de legionella en torres de refrigeración, así como aguas superficiales de lagos, ríos, estanques y aguas termales.
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Gracias a la biología molecular podemos detectar la presencia de bacterias como Salmonella, Listeria, o E. coli en alimentos y otros patógenos emergentes como Campylobacter. Estas técnicas aportan un avance sustancial en la prevención de riesgos y gestión de las alertas alimentarias.
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Hay microorganismos presentes en el agua de consumo, recreativas, de baño, etc., que pueden afectar negativamente a la salud, y pueden identificarse gracias a la microbiología. Es el caso de la materia fecal filtrada en un manantial, o Enterococcus intestinalis en el agua de baño en la playa, por ejemplo.
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Aconsa es un laboratorio químico y microbiológico acreditado por la ENAC para llevar a cabo análisis y controles en el ámbito alimentario, industrial, sanitario, entre otros.
