Parámetros físicos de calidad del agua: ¿Cuáles son los más importantes en el consumo humano?

El agua es esencial para la vida y la salud humana. Es un componente principal del cuerpo humano y representa aproximadamente el 60% del peso promedio de una persona. Todos los sistemas del cuerpo humano (digestivo, sanguíneo, respiratorio, excretor) dependen del agua para funcionar correctamente. Por ejemplo, el agua elimina las toxinas de los órganos vitales, transporta los nutrientes a las células y proporciona un ambiente húmedo para los tejidos de los oídos, la nariz y la garganta. Por eso el agua que consumimos (el agua potable) debe contar con unos parámetros de calidad adecuados.

Hace un tiempo en nuestro blog ya hablamos de los parámetros de calidad del agua, y nos detuvimos en los parámetros químicos. Sin embargo, también podemos hablar parámetros físicos de calidad del agua, así como microbiológicos, dependiendo de los indicadores de calidad de los que hablemos. En este post nos detendremos en los parámetros físicos, de los que anteriormente ya citamos brevemente algunos.

La importancia de la calidad del agua (no sólo para la salud humana)

Si estuviéramos en un país en vías de desarrollo, la importancia de contar con unos adecuados parámetros físicos de calidad del agua, así como químicos y microbiológicos, sería totalmente evidente. Hay que tener presente que en estos países existe una falta de instalaciones adecuadas de saneamiento y tratamiento de aguas residuales, que afecta los cultivos y el agua de beber, ya que son estas las que deberían eliminar los contaminantes y prevenir la propagación de enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera y la fiebre tifoidea.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 2400 millones de personas no tienen acceso a servicios básicos de saneamiento y más de 1800 millones no tienen acceso a agua potable. Esto significa que muchas personas en los países en desarrollo están expuestas a estas enfermedades. Además, la falta de agua limpia también puede conducir a la desnutrición, ya que las personas no tienen acceso a agua limpia para cocinar.

Sin embargo, también en los países desarrollados la calidad del agua sigue siendo importante, ya que todavía existen problemas en el agua potable por escorrentía en los cultivos, por la contaminación de la industria y el envejecimiento de la infraestructura de suministro. Por otro lado, el agua de riego puede ser contaminada con productos químicos agrícolas y afectar a la cosecha y después a la salud de los animales y humanos que se alimentan de ella, y el agua industrial puede ser contaminada con una variedad de productos químicos y metales pesados.

La calidad del agua también es importante para el medio ambiente. Los ecosistemas acuáticos son extremadamente sensibles a los cambios en la calidad del agua. Incluso pequeños cambios pueden alterar el delicado equilibrio entre plantas, animales y microorganismos que componen estos ecosistemas. Los cambios en la calidad del agua también pueden afectar la capacidad de las plantas y los animales para obtener el agua y los nutrientes que necesitan para sobrevivir.

La economía también se puede resentir de unos deficientes parámetros de calidad del agua. Las vías fluviales saludables son esenciales para muchas industrias, incluidas la agricultura, el turismo y la recreación. las vías fluviales contaminadas pueden tener un impacto negativo en estas industrias, lo que les cuesta a las empresas y los gobiernos millones de dólares en ingresos perdidos.

Según la Unión Europea, los países con mejor calidad de agua son Finlandia, Suecia y Eslovenia. Los países con peor calidad de agua son Bulgaria, Grecia y Rumanía. Según el Informe sobre la calidad del agua de la Agencia Europea de Medio Ambiente de 2016, España ocupa el puesto 14 entre 30 países de la Unión.

Parámetros físicos de calidad del agua más importantes

Temperatura

La temperatura afecta la solubilidad de los gases y crecimiento y el metabolismo de los organismos acuáticos, entre otros. También influye en la densidad del agua, lo que actúa en la mezcla de diferentes masas de agua y el transporte de contaminantes y nutrientes en el agua. Esto quiere decir que el hecho de que, por ejemplo, las bacterias dañinas prosperen o no en el agua depende mucho de la temperatura, por lo que es uno de los parámetros de calidad del agua.

El rango adecuado de temperaturas en el agua del grifo según la legislación española está por debajo de los 20ºC.

Turbidez

La turbidez tiene que ver con la penetración de luz en el agua y la capacidad de organismos acuáticos de ver sus presas y sus depredadores. Está afectada por la presencia de partículas suspendidas en el agua.

La turbidez puede impedir la penetración de la luz solar en el agua, lo que influye en el crecimiento de las plantas acuáticas, y por lo tanto en la presencia de oxígeno disuelto que estas plantas deberían generar por fotosíntesis dentro del agua, y a su vez, en el crecimiento de organismos acuáticos que dependen de ese oxígeno para vivir.

La alta turbidez puede hacer que el agua parezca turbia y también puede obstruir los filtros y otros equipos de tratamiento de agua. Además, la alta turbidez puede proporcionar un hogar para las bacterias dañinas y puede dificultar que los desinfectantes eliminen esas bacterias.

La turbidez generalmente se mide en unidades de turbidez nefelométrica (NTU). El límite establecido por la legislación europea para la turbidez en el agua potable es de 5 NTU.

Color

El color del agua lo causan las sustancias disueltas en ella, y también puede ser afectado por el pH, que explicamos en los parámetros químicos del agua. El color se puede utilizar para indicar la presencia de ciertas sustancias en el agua, como el hierro o el manganeso. Altos niveles de color también pueden indicar la presencia de contaminantes en el agua.

El color en el agua se mide por la escala Pt-Co (platino-cobalto) y los límites establecidos en la legislación de la UE y española son 15 mg/l. El Pt-Co es un número que indica el grado de color en una muestra de agua. La escala Pt-Co va de 0 (sin color) a 500 (color muy oscuro).

Sólidos disueltos totales

Este parámetro afecta a la presión osmótica del agua y la disponibilidad de nutrientes. El total de sólidos disueltos (TDS) es una medida del contenido combinado de todas las sustancias inorgánicas y orgánicas de un líquido en forma suspendida molecular, ionizada o microgranular (sol coloidal). Los principales componentes que mayor importancia tienen que contribuyen a los TDS son las sales, los minerales, los cationes y los aniones. El TDS está directamente relacionado con la salinidad del agua y es un indicador clave de la calidad del agua. Otro sólido disuelto en el agua de preocupación habitual en el agua de grifo es la cal (óxido de calcio).

Entre los efectos adversos para la calidad del agua que pueden causar los niveles altos de TDS podemos citar la disminución de los niveles de oxígeno disuelto, el aumento de la dureza del agua y la reducción de la claridad (es decir, el aumento de la turbidez). La medida de TDS también puede tener impactos negativos en la salud humana, incluyendo deshidratación, malestar gastrointestinal y problemas renales dependiendo de los componentes que contribuyan a los TDS.

El agua con un alto nivel de TDS a menudo se denomina «agua dura». El agua dura es agua que tiene una alta concentración de minerales disueltos, como calcio y magnesio. El agua dura no es necesariamente dañina para la salud humana, pero puede causar problemas en tuberías y electrodomésticos y puede hacer que el jabón sea menos efectivo, de ahí que los fabricantes de aparatos como lavadoras o lavavajillas o de detergentes para éstos indiquen configuraciones y cantidades diferentes según la zona, por la dureza del agua. La dureza del agua puede variar mucho según zonas, incluidas zonas muy pequeñas. Por ejemplo, en España, al noroeste se le atribuye el agua más blanda (Galicia, Asturias, Castilla y León, Madrid, etc.), pero hay una zona de León que suele calificarse de dureza media y el sureste de Madrid de dureza muy dura, mientras que en Huesca y Lleida, que tienen el agua generalmente de dureza media, al norte el agua es blanda. En la mayor parte de la provincia de Barcelona y Tarragona, el agua se clasifica como muy dura. Para saber a ciencia cierta cuán dura o blanda es nuestra agua de grifo, se puede consultar con la compañía suministradora.

Aunque ya lo hemos perfilado con la definición de agua dura, cabe concluir que el agua con un nivel bajo de TDS a menudo se denomina «agua blanda». El agua blanda es agua que tiene una baja concentración de minerales disueltos. Generalmente se considera que el agua blanda es más deseable para beber, cocinar y bañarse que el agua dura.

Los indicadores para medir los sólidos disueltos totales en el agua son la conductividad eléctrica y los sólidos suspendidos totales. El límite de conductividad eléctrica es de 2.500 microsiemens/cm a 20°C. El agua más dura es la de mar, ya que es la que tiene más solidos disueltos, como la sal, y a su vez es la que tiene una mayor conductividad.

Conductividad

La conductividad eléctrica es una medida que indica hasta qué punto el agua puede conducir una corriente eléctrica. Cuanto mayor sea la conductividad eléctrica, más minerales disueltos estarán presentes en el agua. De hecho, es precisamente este parámetro el que se usa para monitorear el contenido total de minerales disueltos en el agua, así como la concentración de iones disueltos, como sodio, cloruro y sulfato, y sirve para controlar los cambios en estas concentraciones, y por lo tanto la calidad del agua en esta materia, a lo largo del tiempo.

Sabor y olor

El sabor y el olor del agua son parámetros físicos de calidad del agua muy importantes porque pueden indicar la presencia de contaminantes en el agua. Estos contaminantes, al dar un olor o sabor desagradable al agua, la hacen inadecuada para beber, cocinar, etc. El olor y el sabor también se usan como parámetro para monitorear el progreso del tratamiento de aguas (por ejemplo, la cloración) y para determinar la efectividad de estos tratamientos.

Para medir el sabor y el olor del agua se usan análisis sensoriales que llevan a cabo expertos mediante cata.

Técnicas de laboratorio para medir los parámetros físicos de calidad del agua

Si no sabemos en qué medida el agua que consumimos o que usamos para cocinar, bañarnos, etc., es segura, un laboratorio debe tomar muestras para analizarlas. Según el parámetro a determinar tendrá unos u otros límites establecidos por la legislación, y requerirá una metodología, unas técnicas y un instrumental diferente. Por ejemplo, la temperatura requerirá termómetros, el color lo medirá un espectrofotómetro o se puede hacer mediante comparación visual (soluciones coloreadas o discos de cristal de color previamente calibrados), un turbidímetro determinará la turbidez proyectando la luz a través de una sección de agua y midiendo la cantidad de luz dispersada por partículas en el agua en un ángulo de 90 grados con respecto a la fuente de luz, etc.

Aconsa, laboratorio especializado en calidad de aguas

En Aconsa nos dedicamos al análisis de agua de consumo humano, así como de aguas residuales y subterráneas y recreativas, entre otros.

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