El control de calidad alimentaria en la Unión Europea es un proceso continuo que involucra a todas las partes interesadas, desde los agricultores y los productores de alimentos hasta los retail y los consumidores. Sin embargo, la responsabilidad última de la calidad de los alimentos que produce, procesa y/o distribuye son las empresas implicadas. Explicamos en qué consiste.
Última modificación: 18 octubre 2023
Hoy en día cualquier cosa que hagamos nos obliga a decantarnos entre varias opciones: vestirnos, comer, hacer uso de nuestro tiempo libre… Y cuando se trata de comer, las opciones a nuestro alcance no sólo esperamos que sean sabrosas, sino también nutritivas y seguras. El control de calidad en alimentos es esencial para garantizar que los alimentos que consumimos cumplan estos criterios. En este post hablaremos de ellos.
El control de calidad de los alimentos se ha llevado a cabo de una forma u otra a lo largo de la historia. Algunos de los primeros registros de prácticas como esta provienen de la antigua China, donde el gobierno tenía regulaciones estrictas para garantizar que los alimentos producidos fueran seguros para el consumo.
En la Edad Media, por otro lado, los monjes empezaron a elaborar cerveza y vino con un mayor grado de precisión y eficacia gracias a los controles de calidad, y también se empezaron a realizar controles de calidad más estrictos en la producción de pan, queso y otros alimentos.
En la historia más reciente, el control de calidad de los alimentos se volvió cada vez más importante durante la Revolución Industrial, ya que la producción masiva de alimentos generó preocupaciones sobre la contaminación y la seguridad alimentaria.
El control de calidad alimentaria en la Unión Europea es un proceso continuo que involucra a todas las partes interesadas, desde los agricultores y los productores de alimentos hasta los retail y los consumidores. Sin embargo, la responsabilidad última de la calidad de los alimentos que produce, procesa y/o distribuye son las empresas implicadas. Eso significa que no existe, como tal, un control de calidad preventivo dirigido por las instituciones, sino que son estas empresas las que deben tomar medidas para asegurar que sus alimentos son seguros y de calidad.
Según la legislación europea, estas medidas parten por la incorporación de un plan de APPCC (o HACCP en inglés), es decir, un Análisis de Peligros y Puntos de Control Críticos, aunque también están muy vinculadas a leyes como la de etiquetado, el Reglamento (UE) Nº 1169/2011, sobre la Información alimentaria facilitada al consumidor.
El hecho de que los alimentos circulen con facilidad dentro de la Unión (es más que habitual ver en los supermercados frutas, verduras, carnes y otros productos provenientes de otros estados miembro e incluso de fuera de la UE) hace que tenga sentido que esta materia se regule supranacionalmente. De aquí que el control de calidad en alimentos se base en la Ley General de la Unión Europea sobre la calidad de los alimentos y el Reglamento (CE) nº 178/2002, que establece los principios y los requisitos generales de seguridad alimentaria, en el que se incluye la necesidad de implantar el APPCC.
El control de la calidad de los alimentos es importante en la UE porque ayuda a proteger la salud pública y garantiza la confianza en el suministro de alimentos: cuando vemos algo producido en la UE suele generarnos un estímulo positivo. Aparte de los estándares que establece la legislación, la UE cuenta con otros mecanismos para lograrlo, como la realización de inspecciones y auditorías, y la prestación de apoyo financiero para iniciativas de seguridad alimentaria. Además, como actor importante en el mercado alimentario global, la UE tiene una responsabilidad importante en la garantía de la seguridad alimentaria mundial.
El control de calidad en alimentos es muy importante para minimizar los riesgos de que éstos sean dañinos para la salud. Los alimentos pueden estar contaminados por virus, bacterias, toxinas, residuos de pesticidas, cuerpos extraños, etc. por lo que este control está orientado a prevenirlos. En función del tipo de riesgo o amenaza, el control de calidad en los alimentos implica la realización de distintas pruebas y análisis para detectar y cuantificar los contaminantes.
Como hemos apuntado más arriba en este post, la base del control de calidad contemplado en la legislación europea es la que emana del plan de APPCC, es decir, que debe tener un enfoque preventivo, como parte de la evaluación de riesgos. Más allá del APPCC, la empresa puede implantar procesos de control de calidad adicionales, que pueden incluir pruebas de calidad de materias primas, de eficiencia en los procesos, etc.
El plan de APPCC se puede (y se debe) adaptar a las características de cada actividad y cada empresa alimentaria. Sin embargo, todos incluyen:
Los análisis de muestras en laboratorio a menudo se vinculan a las acciones correctivas cuando ya se ha materializado un peligro, por ejemplo, cuando ha habido un brote y es necesario determinar lo que lo ha provocado: salmonelosis, listeriosis, etc. Sin embargo, el papel del laboratorio es muy importante desde un punto de vista preventivo, por ejemplo, en la determinación de la vida útil de los alimentos, los alérgenos que pueden contener o el nivel de higiene de unas instalaciones en las que se manipulan alimentos.
Además, cuando el control de calidad está orientado a aumentar la reputación de la empresa (por ejemplo, a garantizar la excelencia de las materias primas o la eficacia de un envase), un laboratorio puede llevar a cabo análisis para determinar la composición de un alimento, su nivel de acidez, su nivel de humedad, pH, la rapidez de proliferación de microorganismos peligrosos, el nivel de pesticidas o herbicidas, etc., además de ensayos de calidad organolépticos, como el sabor, el olor o la textura.
En Aconsa utilizamos la última tecnología y equipos para analizar una variedad de contaminantes y garantizar que los alimentos sean seguros y de la más alta calidad. Llevamos a cabo análisis para el control higiénico de los alimentos, el aire, las superficies y el personal necesarios en el APPCC, así como tests de calidad a medida de cada empresa para conseguir sus objetivos.