Alérgenos en cosméticos: ¿Cuáles son los más habituales y cómo se detectan?

Cada vez es más habitual leer en las etiquetas de los envases de cosméticos, de detergentes, entre otros productos domésticos «sin fragancias» o «sin perfumes». Para los afortunados que nunca hayan experimentado una reacción alérgica con un cosmético, tal vez esta información les resulte incluso decepcionante: «¡Pero si a mí me gusta que un cosmético huela bien!», probablemente pensarán. Pues bien, los alérgenos en cosméticos están contenidos mayoritariamente en fragancias y perfumes.

Los componentes de un producto cosmético

En general, la composición de un cosmético consta, en primer lugar, de ingredientes activos, es decir, los que deben cumplir la función para la que el producto está elaborado. Estas funciones suelen ser hidratantes, tónicas, exfoliantes, antioxidantes, emolientes, despigmentantes o acondicionadoras. Algunos ejemplos de principios activos o ingredientes activos en cosmética son:

• Rosa mosqueta
• Aloe vera
• Colágeno
• Retinol
• Niacinamida
• Ácio hialurónico
• Ácido salicílico
• Ácido glicólico
• Argán
• Vitamina C
• Vitamina E

Además de los principios activos, los cosméticos suelen incluir excipientes, que son sustancias que mezcladas con el resto de ingredientes les confieren una consistencia o forma determinada, entre otras cualidades que facilitan su uso (por ejemplo, una consistencia cremosa para su fácil aplicación en la piel o una consistencia más acuosa para una rápida absorción).

Los cosméticos también contienen conservantes, que son los ingredientes responsables de aumentar la vida útil de los cosméticos. Como explicamos en este post sobre la vida útil de los alimentos, la fecha límite en la que el fabricante puede garantizar que el producto se mantiene en una calidad óptima depende de factores como la disponibilidad de oxígeno, del pH y la actividad hídrica de la mezcla, etc., y los conservantes inciden en estos factores, por ejemplo, desnaturalizando proteínas, bloqueando el transporte y la generación de energía, etc.

Por último, la composición de un cosmético suele constar de perfumes, que son las sustancias responsables de proporcionar un olor agradable.

Los alérgenos en cosméticos suelen encontrarse o bien en los perfumes o bien en los conservantes. Desde 1999 la Unión Europea obliga a declarar 26 ingredientes que se usan como perfume que pueden causar efectos adversos en la piel, de los más de 2.500 que ha detectado que las marcas emplean para proporcionar un olor determinado al producto. Y se estima que muchos más pueden resultar perjudiciales para la piel.

En 2012, el Comité Científico sobre Seguridad del Consumidor (SCCS) publicó su opinión científica sobre los alérgenos de los perfumes en cosméticos. Los hallazgos concluyeron que el 16% de los pacientes con eczema estaban sensibilizados a los ingredientes que se usan para perfumar los cosméticos. De la población común, el 1-3% de los europeos muestra reacciones adversas a los ingredientes de fragancias comunes.

¿Alérgenos o irritantes?

Aunque la mayoría de personas que experimentan erupciones cutáneas por contacto con un cosmético hablan de alergia, el Comité Científico de Seguridad de los Consumidores de la Comisión Europea se refiere a los síntomas como irritaciones, ya que, explica, la reacción tiene lugar inmediatamente después del uso del cosmético, y las reacciones alérgicas suelen tomar más horas antes de aparecer.

Cuando se usa de forma continuada un producto con una fragancia alergénica y de desarrolla una alergia, la afección suele ser de por vida, afectando de forma crucial en la calidad de vida de la persona que la padece.

Por este motivo, cuando en este post hablamos de alérgenos en cosméticos realmente nos referimos a sustancias que pueden generar efectos adversos en la piel, sean alergias o irritaciones.

El papel del olfato en la decisión de compra

Muchos tal vez se preguntarán, llegados a este punto, entonces por qué se incluyen perfumes en los cosméticos, si se sabe que hay una posibilidad de que causen alergias o irritaciones. Pues bien, el olfato es fundamental en la decisión de compra de un producto como parte de la conexión emocional que se crea entre éste y el comprador. De hecho, cuantos más sentidos estén involucrados en la experiencia sensorial de un producto, mayor es esa conexión.

Por eso las marcas de cosméticos inviertan cantidades millonarias en potenciar la experiencia sensorial que proporciona un producto, ya que influye de forma directa en la decisión de comprarlo.

Alérgenos en cosméticos de declaración obligatoria

Como hemos avanzado, existen 26 sustancias que la Directiva europea sobre cosméticos obliga a declarar en el etiquetado de productos cuando su concentración supera el 0,001% de la concentración total en productos que no se aclaran (como loción corporal, cremas faciales, colonias o maquillaje) o el 0,01% de la concentración total cuando se trata de productos que se aclaran (geles de ducha, champú…)

Según el Comité Científico sobre Seguridad del Consumidor (SCCS) no se ha podido establecer un límite seguro de uso para los productos que contienen esas sustancias, pero apunta que la mayoría de los consumidores con alergia de contacto a los ingredientes perfumantes pueden tolerar un nivel general de exposición de hasta 0,8 μg/cm2 (0,01%). Sin embargo, existe un segmento más sensible de la población que puede reaccionar ante la exposición a estos niveles, añade este comité, por lo que ceñirse al umbral no elimina la necesidad de informar al consumidor sobre la presencia de estas sustancias.

Estas sustancias, que suelen detallarse por su nombre en inglés, son:

• Ionona alfa-isometil (en inglés, Alpha isomethylionone)
• Amyl cinnamal (Jasmonal A)
• Amyl cinnamyl alcohol – está presente especialmente en lacas y otros productos de peinado.
• Alcohol anisyll (en inglés, Anisyl alcohol)
• Alcohol bencílico (en inglés, Benzyl alcohol) – se trata de uno de los ingredientes más usados de la lista, ya que actúa tanto como agente perfumante y de control de viscosidad como conservador y solvente. Se encuentra ampliamente en esmaltes de labios y en perfumes y colonias de mujer
• Benzoato de bencilo (en inglés, Benzyl benzoate) – junto con el alcohol bencílico se usa pródigamente en cosmética, especialmente en colonias y perfumes tanto de hombre como mujer, como agente perfumante, solvente y antimicrobiano
• Cinalato de bencilo (en inglés, Benzyl cinnamate)
• Salicilato de bencilo (en inglés, Benzyl salicylate)
• Butilfenil metilpropional (lilial) (en inglés, Butylphenyl methylpropional, Lilial) – este ingrediente está prohibido en Europa desde marzo de 2022, de manera que no es de declaración obligatoria porque no puede estar presente en ninguna proporción en cosmética
• Cinnamal
• Alcohol cinámico (en inglés, Cinnamyl alcohol)
• Citral
• Citronelol (en inglés, Citronellol) – junto con el alcohol bencílico y el benzoato de bencilo se usa pródigamente en cosmética, especialmente en colonias y perfumes tanto de hombre como mujer, como agente perfumante
• Cumarina (en inglés, Coumarin)
• Eugenol
• Farnesol
• Geraniol (o rodinol)
• Hexyl cinnamal (Jasmonal h) – este ingrediente se usa ampliamente en productos para el cabello (más de un 40% de champús anticaspa, productos alisadores y protectores contra el calor lo usan, según INCI Beauty)
• Hidroxicitronelal (en inglés, Hydroxycitronellal)
• Hydroxyisohexyl 3-cyclohexene carboxaldehyde (lyral) – este ingrediente está prohibido en Europa desde agosto de 2021, de manera que no es de declaración obligatoria porque no puede estar presente en ninguna proporción en cosmética
• Isoeugenol
• Limoneno (en inglés, Limonene)
• Linalol (en inglés, Linalool)
• 2-octynoato de metilo (en inglés, Methyl 2-octynoate)
• Extracto de Evernia Furfuracea (líquen de corteza) (en inglés, Evernia furfuracea -Treemoss- extract)
• Extracto de Evernia Prunastri (musgo) (en inglés, Evernia prunastri -Oakmoss- extract)

Sin embargo, este listado podría no abarcar todas las sustancias que generan alergias o algun tipo de dermatitis, de manera que el SCCS recomienda, además de restringir la concentración máxima permisible en alérgenos en cosméticos, otras medidas como:

• Sustituir el alérgeno con compuestos menos alergénicos o no alergénicos adecuados
• Reformular el perfume o el producto perfumado para eliminar o limitar las sustancias que se ha demostrado que tienen potencial sensibilizante
• Evitar el uso de perfumes cuando no son esenciales para la función del producto
• Informar vía etiquetado (entre otros) al consumidor sobre los ingredientes para que puedan tomar una decisión informada sobre exponerse o no a ellos.

Detectar y evitar alérgenos en cosméticos por parte de las marcas

El listado de 26 alérgenos en cosméticos puede cambiar en un futuro. De hecho, como hemos visto, hay dos que recientemente han pasado de tenerse que declarar obligatoriamente a no poder utilizarse por su potencial perjuicio para la salud.

Por eso es recomendable que las marcas de cosmética, especialmente las que no disponen de laboratorio propio (como las marcas blancas o las marcas exclusivas pequeñas), recurran a especialistas para anticiparse a la legislación y reformular sus productos si contienen perfumes que están en la lista o que no saben si pueden ser potencialmente alergénicos.

Laboratorios como Aconsa disponen de las instalaciones, los equipos y los profesionales para llevar a cabo investigación y desarrollo de fórmulas innovadoras y eficaces que respondan a los objetivos comerciales de las marcas.

Enlaces de interés

• Comité científico sobre seguridad del consumidor: Opinión sobre alérgenos en fragancias en productos cosméticos
• Comisión Europea: Alergia a los perfumes

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