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Parámetros de calidad del agua de consumo humano: ¿Cuáles son y cómo se miden?

La calidad del agua determina factores tan importantes como la salud de los ecosistemas, la seguridad del contacto humano (en el baño, por ejemplo), y su idoneidad para el consumo. Los estándares requeridos dependen del uso que se vaya a hacer de ella: no se exigen los mismos parámetros de calidad para su consumo, para […]

Parametros de calidad del agua

Equipo de comunicación Aconsa

Última modificación: 25 agosto 2021

La calidad del agua determina factores tan importantes como la salud de los ecosistemas, la seguridad del contacto humano (en el baño, por ejemplo), y su idoneidad para el consumo. Los estándares requeridos dependen del uso que se vaya a hacer de ella: no se exigen los mismos parámetros de calidad para su consumo, para su uso industrial o para garantizar el equilibrio biológico de un ecosistema. En este post hablaremos de los parámetros de calidad del agua de consumo humano, de la normativa que los rige en España y cómo se miden.

¿Qué entendemos por calidad del agua?

El término “calidad” se refiere a la propiedad o propiedades inherentes a algo que permiten juzgar su valor, por lo que para juzgar el valor del agua (y también de los sedimentos) nos referiremos a propiedades físicas, químicas y biológicas, también llamadas parámetros. Conocer estos parámetros es de gran importancia para gestionar sus efectos (por ejemplo, sobre la salud de las personas, sobre el equilibrio de los ecosistemas, etc.) Si conocemos el color del agua podremos saber si existen sustancias disueltas que pueden ser perjudiciales para la salud, y el olor y el sabor nos dan información sobre los productos usados para su desinfección, como por ejemplo el cloro.

Los parámetros de calidad del agua, por lo tanto, son los que miden la ausencia (o mejor dicho un rango determinado controlado) de contaminantes, y se rigen por el Real Decreto 140/2003. Estos parámetros a controlar son, al menos:

Color

El agua pura no tiene color, es totalmente transparente. De esta manera, cualquier tipo de coloración en el agua indica contaminación, generalmente por materiales ajenos al sistema, y se suele deber a un material suspendido y/o a uno disuelto.

El color provocado por un material suspendido se denomina color aparente, mientras que el que produce un material disuelto, incluso después de haber eliminado el material suspendido se conoce como color verdadero o real.

El color del agua se mide en el laboratorio mediante comparación visual o por método espectrofotométrico.

La OMS no da un valor guía en relación con la salud, solo recomienda un valor por debajo de 15 mg/L Pt/Co (platino-cobalto), y así lo expresa también el Real Decreto 140/2003, pero dependiendo de las circunstancias locales, y cuando llega a 30 mg Pt-Co/L la OMS recomienda calificarla como no apta para el consumo.

Turbidez

El agua pura es clara y no absorbe la luz. Así, si existe turbidez en el agua es que hay contaminación. La turbidez en el agua se produce cuando hay materiales sólidos en suspensión o disueltos o cargas microbianas, aunque existen diferencias entre ellos en su capacidad de absorber la luz.

Generalmente se considera el agua turbia no apta para el consumo, dado que diversos materiales responsables de la turbidez pueden ser tóxicos o crear las condiciones óptimas para productos químicos tóxicos, por lo que a su vez, cuanto más inocua es el agua, menos turbidez suele presentar. Por otro lado, las aguas turbias tienen incidencia en la capacidad fotosintética del fondo, ya que evitan la propagación de la luz en las capas más profundas.

Hay diversas maneras de medir la turbidez del agua, dependiendo de la norma aplicada: luz infrarroja o luz blanca o visible que pasa a través de una muestra de agua, usando nefelómetros o turbidimetros ópticos, que determinan la intensidad de la luz dispersada.

La OMS no da un valor guía relacionado con la salud, recomienda que la turbidez sea la mínima posible y señala que los valores deben estar por debajo de 5 UNF (Unidades Nefelométricas de Turbidez), dependiendo de las circunstancias locales, idealmente deben estar debajo de 1 UNF, y cuando la turbidez llega a 6 UNF se recomienda calificar el agua como no apta para el consumo. Así lo recoge también el Real Decreto 140/2003.

Olor y sabor

Cuando el agua es pura, es insípida e inodora (no tiene sabor ni olor). Por lo tanto, si puede percibirse algún tipo de sabor u olor, existe contaminación en el agua. El sabor y el olor del agua pueden explicarse por causas naturales o artificiales. Las artificiales suelen estar relacionadas con el proceso de desinfección (cloración), de ahí que percibamos que el agua de una zona de una ciudad tiene un sabor distinto a la de otra. Sin embargo, existen causas naturales para el sabor y el olor, como la acción de algunas impurezas naturales disueltas en el agua.

Algunos compuestos que dan sabor y olor al agua pueden ser tóxicos, por lo que es imprescindible que el agua potable tenga el menor sabor y olor posible.

En el Real Decreto 140/2003, el olor y el sabor presentan una concentración máxima admisible de 3 diluciones a 25ºC.

Conductividad

El agua pura tiene un nivel de conductividad (habilidad de conducir corriente eléctrica) muy baja (por ejemplo, el agua destilada tiene un nivel de conductividad de 1 µmho).

La conductividad en el agua puede estar causada por la presencia de metales como hierro y aluminio (iones con carga positiva) o compuestos inorgánicos como nitrato, sulfato y fosfato. De ahí que el agua del mar tenga una conductividad un millón de veces mayor que la dulce, ya que las sales presentes en ella se disocian en iones. Se mide en micromhos.

La conductividad del agua se determina midiendo la resistencia AC de una solución entre dos electrodos.

El Real Decreto 140/2003 determina un máximo de 2.500 µS/cm-1 a 20 ºC.

pH

El pH es la medida que determina la concentración de iones de hidrógeno en el agua. El agua pura suele tener un pH que oscila entre un 6,5 y un 8.

Por debajo de 7 se considera ácida, pero no por ello deja de ser potable, a no ser que llegue a niveles inferiores a 5,5, generalmente por la presencia de metales en disolución por vertidos industriales o pesticidas o purines, o incluso por causas naturales, como la lluvia ácida, los microbios en el suelo, las raíces de los árboles o las formaciones rocosas como la pirita. El agua alcalina es la que tiene un pH por encima de 7, y puede producirse de forma natural al pasar sobre rocas y recoger minerales, como ocurre en algunos manantiales, o artificialmente por electrólisis. Hay quien afirma que el agua alcalina es beneficiosa para la salud porque neutraliza la acidez en sangre, pero no hay estudios concluyentes que respalden esta conclusión.

Para determinar el pH en el agua se usan medidores de pH.

El Real Decreto 140/2003 especifica un valor paramétrico mínimo de 6,5 y un máximo de 9,5 unidades de pH.

Amonio

El amonio está presente de forma natural en el agua, proveniente de la descomposición de materia orgánica (proteínas, aminoácidos…), así como de los procesos de desinfección del agua con cloramina.

Al oxidarse primero en nitrito y luego en nitrato (de los que hablaremos a continuación), medir el amonio y estos dos elementos permite predecir cuánto tarda en contaminarse el agua con materia orgánica: cuando la concentración por amonio es más elevada que la del nitrito y el nitrato, la contaminación con materia orgánica ha sido reciente.

El Real Decreto 140/2003 establece un valor máximo de amonio en el agua de consumo humano de 0,50 mg/l.

Bacterias coliformes y Escherichia coli (E. coli)

El agua de consumo humano no debe contener bacterias, dado que son el gran enemigo de la salud pública.

Si el agua tiene presencia de bacterias coliformes o Escherichia coli (E. coli) es que ha sido contaminada. Esto puede suceder, como explicamos en este post, si el agua de lluvia que contiene excrementos de ganado se filtra en las canalizaciones de agua de grifo, por ejemplo.

El método de ensayos para detectar estas bacterias tiene como referencia la norma UNE EN ISO 9308-1:2000, aunque se pueden emplear otras según la ley española de criterios sanitarios de la calidad del agua de consumo humano.

El Real Decreto 140/2003 sitúa en 0 UFC (Unidad Formadora de Colonias, indicador de la cantidad de microorganismos vivos en un líquido) en 100 ml de agua el límite de presencia de estos microorganismos, es decir, que no puede haber ninguna bacteria viable en la muestra tomada.

Aconsa, laboratorio acreditado para determinar la calidad del agua

En Aconsa nos dedicamos al análisis de agua de consumo humano, así como de aguas residuales y subterráneas y recreativas, entre otros.